viernes, 23 de mayo de 2014

La generación del 27



A principios de los años veinte, junto a la figura de Juan Ramón Jiménez destaca en la poesía española la difusión de las ideas vanguardistas.

Surge un conjunto de jóvenes poetas que terminarán por construir un grupo poético de extraordinaria importancia, clasificación del 27, fecha está la de 1927 en la que se reunieron muchos de ellos en Sevilla para homenajear a Góngora en el tercer centenario de su muerte. integraron esta generación, el orden de edad, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixander, Federico Garcia Lorca, Emilio Prados, Rafael Albergó, Luis Cernuda y Manuel Altolaguirre.

Aunque muy diversos entre sí, hay en la mayoría de estos escritores ciertas características comunes, entusiasmo por Góngora, influencia de Juan Ramón Jiménez y de la poesía pura, neopopularismo, vanguardismo y posterior  rehumanización de sus versos.

Tres etapas hasta la Guerra Civil:

Una etapa de juventud, que llegaría hasta 1925.

Un segundo período del grupo seria el de la última mitad de los años veinte cuando todos ellos han publicado ya importantes libros.

La tercera etapa se corresponde con los años treinta que se produce una progresiva rehumanización poética.

El final de la guerra supone la dispersión de estos poetas y con ello el final del grupo del 27 como tal.

LOS POETAS


Pedro Salinas
Pedro Salinas (1892-1951). Sus primeros libros poéticos se sitúan en la línea de la poesía pura de Juan Ramón Jiménez, con abundancia de elementos futuristas. después compone sus poemarios más importantes: La voz a ti bebida razón de amor y lago lamento (que va desde el descubrimiento gozoso de los amantes hasta la tristeza y el dolor por el amor acabado).











Jorge Guillén
Jorge Guillén (1893-1984). Sus dos libros mas importantes son cántico y Clamor. En cántico, el poeta presenta, Un mundo perfecto, armónico, en el que los seres alcanza su plenitud. En clamor ya no está ahora bien he hecho, y tiene sus propios defectos.












Gerardo Diego
Gerardo Diego (1896-1987). Su extensa obra poética se caracteriza por su variedad formal y temática.
Algunos títulos son imagen, Manual de espumas, Fábula de Equis y Zelda, Alondra de verdad.













Vicente Aleixandre
Vicente Aleixandre (1898-1984). Sus libros más importantes son Espada como labios, La destrucción o el amor, Sombra del paraíso e Historia del corazón. La poesía de Alexander, muy influida por el surrealismo, expresa su ansía de fusión con la naturaleza.
Abundan los versos libres, las largas enumeraciones, la acumulación de imágenes y metáforas, las constantes anaforas y reiteraciones, el uso de imperativos, interrogaciones y exclamaciones. En 1977, Vicente Alexander recibió el Premio Nobel de la Literatura









Federico García Lorca
Federico García Lorca (1898-1936). En sus primeros libros poéticos (libros de poemas, Poemas de cante jondo, Suites, Canciones) aparecen ya los temas centrales de su obra posterior: la Fundación, el dolor, del amor, la muerte, la rebeldía. En el Romancero gitano conviven la tradición culta, la audacia vanguardistas y los ritmos populares para expresar una visión del mundo en la que la vida de los hombres se encuentra cada por él trágico destino. Los poemas que compuso Lorca a raíz de su estancia en los Estados Unidos (1929-1930) se publico posteriormente con el título de Poeta en Nueva York. En ese ambiente de insolidaridad, explotación y racismo, el poeta expresa sus propias obsesiones y conflictos personales: el desarraigo afectivo, la pérdida de la identidad personal, la proclamación de la libertad del amor homosexual. 
García Lorca fue también un gran dramaturgo.
Retablillo en Don Cristóbal, las farsas del teatro vanguardista El público.






Emilio Prados
Emilio Prados (1899-1962). Fue un poeta contemplativo que busca su fusión con la naturaleza en un ansia de eternidad.
En el exilio, compone una poesía densa y barroca que recuerda la de los místicos y cuyo máximo ejemplo es jardín cerrado.













Rafael Alberti
Rafael Alberti (1902-1999). Tubo cuatro etapas: los libros iniciales, su época vanguardista, su poesía durante la República y el largo período de exilio.
Sus primeros libros (Marinero en tierra, La amante y El alba de alhelí).
El libro más importante de su etapa vanguardista es sobre Los Ángeles. En la época de la República, afiliado ya Alberti al Partido Comunista, escribe poesía políticamente comprometida en la que denuncia la opresión y la injusticia. En el exilio, su poesía sigue siendo muy dispersa en asuntos y ritmos, pero el exilio mismo y la añoranza del país perdido sé convierten en los temas centrales como retornos de lo vivo lejano y baladas y canciones de Paraná.








Luis Cernuda
Luis Cernuda (1902-1963). Reunió su poesía con el título como de la realidad y el deseo. Resulta clave en su obra ese conflicto entre realidad y deseo, entre la sociedad y el poeta, quien, frente a los valores establecidos, levantan la fuerza del deseo, de la pasión amorosa homosexual. El amor, que se quiere permanente y absoluto, conduce a la frustración, otros temas cernudianos son la soledad, el hastío, la añoranza de un mundo más habitable, la exaltación de la belleza... Y, ya en la madurez, Cernuda sé abre a lo colectivo y comenta una realidad española y la vida sin la sociedad de consumo, reflexiona sobre el paso del tiempo, la vejez, y la muerte, ofrece una visión más contemplativa del amor, y medita sobre sentido de la poesía y el arte en general. En cuanto al estilo, sus besos entienden a la meditación, a la sobriedad y a la objetivación y hoy en de la emotividad.






Manuel Altolaguirre
Manuel Altolaguirre (1905-1959). Dos periodos, antes y después de la Guerra Civil: en el primero suele prescindir de la rima y usa formas métricas libres, con aire de canciones; en el segundo emplea también estrofas clásicas, como el soneto. Temáticamente, es característico en Altolaguirre su anhelo de unión con la naturaleza. Los poemas amorosos, infundido por la poesía de Salinas. Entre sus libros poéticos, destaca el que, con el título de Las islas invitadas.











Miguel Hernández
Miguel Hernández (1910-1942). Su primer libro poético, Perito en lunas se encuentra muy influido por la poesía de Góngora. Busca luego su propia identidad poética en los temas elementales de la vida y de la naturaleza, según se advierte en El rayo que no cesa. Durante la Guerra Civil Hernández, militante ya del Partido Comunista, compone una poesía abiertamente comprometida: Viento del pueblo. EN El hombre acecha, los dolores de la guerra y el el sentimiento de la derrota cargan de pesadumbre unos versos cada vez más sencillos y esenciales. Su último libro, Cancionero y romancero de ausencias, expresa con inusual intensidad su angustia existencial en originales versos populares densos y concentrados.