lunes, 9 de junio de 2014

LA POESÍA DE LA POSGUERRA

3.Poesía
Próxima a la ideología de los vendedores, se editaron en la posguerra dos revistas poéticas: Escorial y Garcilaso. En la primera, publicaron poetas franquistas. 
En el caso de Garcilaso, promovida promovida García Nieto, la gama de colaboradores fue amplia. Presentaba formas métricas clásicas y temas tradicionales.
En 1944 surgen dos importantes libros: sombra de paraíso, de Vicente Aleixandre, e Hijos de la ira, de Dámaso Alonso.



Dámaso Alonso(1898-1990), Alonso importante filólogo y crítico literario, suele ser considerado miembros de la Generación del 27. Como poeta, sin embargo, su revelación se produce con Hijos de la ira, escrito en vesículos de ritmo obsesivo, en los que se manifiestan una visión angustiada de una realidad marcada por la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial.
 Léxico coloquial, los paralelismos, las anaforas, las interrogaciones retóricas. 









4.Poesía 
También es significativa en este periodo la poesía social. Esta poesía se caracteriza por el lenguaje sencillo y coloquial y la importancia de mensaje de los poemas, con  carácter narrativo. Se concibe la poesía como una herramienta que ayuda a la concentración social y colabora en una transformación de la realidad.



Blas De Otero: elabora en Ángel fieramente humano y en Redoble de  conciencia una poesía desgarrada, áspera, en la que un Dios lejano calla ante los desconsolados gritos de súplica del poeta.
Libro: Pido la paz y la palabra, En castellano, Que canta de España. Se denuncia la falta de libertad de la España franquista.









Gabriel Celaya: durante los años cincuenta, escribe varios poemarios muy representativos de la poesía social: Las cartas boca arriba, Cantos ibéricos, Las resistencias del diamante y Episodios nacionales.
Se trata de una poesía combativa, frecuentemente de carácter narrativo, de estilo sencillo y léxico coloquial.










José Hierro: que había compuesto poemas vanguardistas durante la Guerra Civil y en los cuatro años qué pasó después en la cárcel ,mostró sus primeros libros preocupaciones existenciales, en Quinta del 42 muestra ya causas sociales a los Poemas humanos.











3.Poesía 
Dentro de la promoción poética del 60 se suele incluir numerosos y diversos poetas.  Con ellos es para el realismo social a la poesía como experiencia y a la poesía como conocimiento. Por eso es habitual en sus versos la presencia de lo intimo, el gusto por el recuerdo, la expresión de la experiencia personal.




Francisco Brines: escribe una poesía reflexiva y meditativa, centrada en los efectos destructores del paso del tiempo y en la realidad de la muerte, siempre próxima. Pero sus versos no transmiten angustia, sino serenidad.
Algunas obras suyas son "las brasas", "palabras a la oscuridad" e  "insistencias en luzbel".










Jaime Gil de Biedma:  es el principal representante de la poesía como experiencia.
Transmiten una agria visión de la alta burguesía en la que nació, pero no de modo patético, sino con una peculiar ironía intelectual.
Entre sus libros se muestran "Compañeros de viaje", " Modalidades" y "poemas póstumos".











Ángel González : es el ejemplo más claro de transición de la poesía social al nuevo estilo poético. Se mantiene en el compromiso social, pero la crítica se expresa mediante la ironía y el humor ácido.
Libros: "Áspero mundo", " Sin esperanza", "con convencimiento", "Grado elemental", "Tratado de urbanismo" y  "Procedimientos narrativos".










José Agustín Goytisolo: representa también la pervivencia de la poesía social.
Une en sus versos la preocupación ética con el análisis de la propia conciencia y la exploración de la intimidad.Su entorno y la educación recibida son satirizados con humor ironía y hasta sarcasmo. Algunos títulos de J.A. Goytisoloson son Salmos al viento, Bajo tolerancia, Del tiempo y del olvido y Palabras para Julia y otras canciones.










Claudio Rodríguez: manifiesto su primer libro, Don de la ebriedad, su entusiasmo ante la vida y ante la tierra y el mundo campesino.
Se expresa en endecasílabos asonantados qué alternan con versos blancos. Su segundo libro, Conjuros, insiste en el vitalismo y en su deseos de identificarse con las cosas sencillas.
Libros posteriores: Alianza y condena, El vuelo de la celebración, Casi una leyenda.










3. Poesía
En los años ochenta, brota una nueva sensibilidad lírica, algunos de cuyos rasgos son la vuelta a la métrica tradicional, el humor, la parodia y el gusto por lo íntimo y lo individual, que lleva a los poetas a expresar experiencias personales que pueden ser comunes a las de sus lectores, con lo que se establece una especie de complicidad.
El más conocido del grupo es Luis García Montero.




José Ángel Valente: es el principal defensor de la poesía como conocimiento de una realidad cuya revelación se poduce en la propia creación poética.
Obras poéticas: A modo de esperanza, Poemas a Lázaro, La memoria y los signos, El inocente...
Esta poética del silencio se manifiesta con claridad en Treinta y siete fragmentos.
Su evolución poemica le lleva a que lo no dicho, lo silenciado, se convierta en la esencia del poema, pues la palabra poética permite entrever lo inefable, lo que no se puede decir. (Material memoria Mandorla, El fulgor, Al dios del lugar, No amanece el cantor...).
El escritor orensano se aproxima también al romanticismo visionario de quienes aspiran con sus poemas vislumbrar una realidad desconocida.
 Los textos de Valente se caracterizan por la concentración extrema, la expresión sobria y la cuidada selección léxica. Esa condensación hace qué a veces su poesía sea hermética y difícil, y habitualmente de breve extensión, lo que explica que se la haya denominado poesía minimalista.