Introducción
Se ha dicho y mantenido, que el Renacimiento literario fue una "revolución métrica", en lo que supone de variación, innovación y abandono casi total de las antiguas formas poéticas.
No obstante, el tema amoroso sigue siendo el centro de la actividad lírica, y el Renacimiento poético supuso también introducir una forma nueva de tratar los temas. Por tanto, métrica y temática son dos parámetros fundamentales en esta revolución de la poesía renacentista.
La métrica
La forma culta del verso de arte mayor castellano (dodecasílabo o de doce sílabas), que estuvo presente hasta el siglo XV, es abandonado y sustituido por el endecasílabo (once sílabas) de origen italiano. De la misma forma, también decae considerablemente el octosílabo (ocho sílabas) y no volverá a ser utilizado hasta finales del siglo XVI con el nuevo gusto por los romances.
Por su parte, el heptasílabo (siete sílabas), que se utilizaba en versos independientes, pasa a combinarse con endecasílabos en estrofas de origen italiano, como la lira, la canción o la silva.
En la poesía del siglo XVI el endecasílabo es el verso que más se cultiva, y por tanto el más abundante; la poesía culta posterior también se definiría en este sentido. Puede decirse que fue el heredero del hexámetro latino, siendo usado en composiciones tanto rimadas como en versos blancos (sin rima).
La temática
El amor es, sin duda, el gran tema de la poesía renacentista, aunque ya lo había sido en casi todas las épocas de la historia poética. No obstante, en este periodo la concepción que se tiene del amor cambia. El amor cortés provenzal tuvo su última consecuencia en la poesía de amor del petrarquismo, que situaba este tema en el centro de su poesía: un amor sin esperanza y bastante idealizado.
Los tópicos literarios
La lírica renacentista asume como temas principales la belleza, la contemplación idealizada de la naturaleza, y el amor no correspondido. Los tópicos que refieren estos temas parten de la idea convencional que previamente se tenía de la belleza o la naturaleza, inundando así la composición poética y pasando a ser parte fundamental de la misma. Así, son comunes los tópicos literarios del estilo "rubios como el oro" en relación a los cabellos de la amada, o "claros, brillantes, con luz propia" en cuanto a sus ojos.
El tópico más extendido es posiblemente el del paisaje bucólico, denominado Locus amoenus (en latín "lugar placentero"), que refiere un lugar idealizado, próximo al Edén en cuanto a sus connotaciones. El poeta utiliza estos tópicos para crear el ambiente adecuado para el desarrollo de una acción, una historia de amor, o la descripción de un estado de ánimo; ejemplo de tópico: "corrientes aguas, puras, cristalinas"...
Estrofa de una égloga de Garcilaso de la Vega que utiliza estos tópicos literarios:
Corrientes aguas, puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,
verde prado, de fresca sombra lleno,
aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno:
yo me vi tan ajeno
del grave mal que siento,
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría
por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegría.
Otros temas
El tema amoroso no fue el único tratado por los poetas del siglo XVI. A partir de la segunda mitad del siglo se cultivó ampliamente la poesía religiosa por poetas místicos y ascéticos, como San Juan de la Cruz, Santa Teresa o Fray Luís de León, que escribieron algunos de los mejores poemas de la poesía castellana partiendo de las formas y los tópicos renacentistas.
http://www.youtube.com/watch?v=NNJpgRIkoK0
http://www.poesi.as/siglxvi.htm
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